A veces el pensamiento se vuelve una lucha, un tornado. Un combate entre el pasado vivido y la fantasía de un futuro perdido, la mente juega con nosotros magnificando lo bueno y casi enterrando lo no deseado, como un extraño conjuro para intentar sobrevivir a uno mismo y sus pensamientos, intentando buscar pretextos para volver a lo pasado, aunque de ello no hayamos salido bien librados. La mente, los pensamientos se vuelven una lucha entre lo que se siente y lo que se razona, entre la verdad de lo que fue y lo que se hubiera querido.