Tu caminar lento por los años que te acompañan
las viejas calles del barrio recuerdan tu nombre
tus años mozos van quedando en el recuerdo
son tus nietos los que te llevan en sus mentes.
Matilde vieja madre abuela y gran señora
que acariciabas y enseñabas cosas buenas
el amor por tus nietos los llevabas de las manos
el cura en la iglesia te recibía con gran abrazo.
Nos enseñaste a persignar y el rezo diario
con suave voz nos cantabas coritos y décimas
no te importaba que te estuvieras poniendo vieja.
Tu corazón cansado y triste te estaba dejando de lado
tu voz entre cortada, nos hablabas bajito
nos dejaste en un frío otoño llorando y desconsolado.