CARLOS A. VILLABONA

VIACRUCIS

CONDENA

 

Al que vino a traer vida a la tierra

En un injusto juicio es sentenciado

A morir en el monte Calavera

Cual ladrón y asesino condenado

 

Los cielos siderales tambalean

Presenciando de amor el gran misterio

Los esbirros y jueces alardean

De hacer cumplir la ley a cielo abierto

 

Coronado de espinas Nazareno

Flagelado sangrante sudoroso

Aceptas tu condena silencioso

 

Pues sabes bien Señor Divino Verbo

Que así salvas al hombre de la muerte

Sentencia del pecado que padece

 

II CRUZ A CUESTAS

 

Cargan sobre tus hombros un madero

Que es peso de mi culpa y desvarío

Perdóname Señor yo me arrepiento

De haberte condenado a ese suplicio

 

Sereno sin hablar como el Cordero

Que manso te describe la Escritura

Y ante del hombre en su accionar protervo

Guardaste tu divina compostura

 

Estruendoso silencio que resuena

En cada corazón que vida ansía

Cargando con su cruz de cada día

 

Y así cargando nuestra cruz a cuestas

Será más llevadera la existencia

Si escuchamos tu voz clara y serena

 

III PRIMERA CAÍDA

 

El peso de la cruz te ha doblegado

Haciéndote caer el rostro en tierra

Por amor por curarnos del pecado

Tu corazón ardiente hecho pavesas

 

Qué dolor qué agonía qué misterio

Insondable para la mente humana

Que todo un Dios se abaje y bese el suelo

Es gran misterio de humildad sagrada

 

Pongamos nuestras almas de rodillas

Y adoremos a Dios tres veces santo

Por tantas muestras de querernos tanto

 

Que no se quede nuestra fe dormida

Que a pesar de caídas y quebrantos

Vivamos de Jesús enamorados

 

IV JESÚS ENCUENTRA A SU SANTÍSIMA MADRE

 

Qué encuentro aquel oh Dios qué encuentro aquel

El hijo ensangrentado hecho piltrafa

La chusma enardecida contra El

Mil sucios improperios le gritaban

 

La Madre contemplando al Hijo amado

Herido el corazón en vilo el alma

El amor de su vida así ultrajado

¿Qué mayores dolores le aguardaban?

 

Qué aflicciones qué angustia cuanta pena

Que Tú Madre a tu Hijo así encontraras

Tu corazón lo atravesó una espada

 

Y el Hijo desmayando ya sin fuerzas

Te vio sufrir y sin mediar palabra

En silencio te habló con su mirada

 

V EL CIRINEO

 

Cansado y agobiado por el peso

De la cruz oh Señor tuviste ayuda

Para cargarla y aliviar tu cuerpo

Y un extranjero tuvo esa fortuna

 

Tu enseñaste Maestro soberano

Que ayudar a cualquier desconocido

Es amarte es servirte en ese hermano

Mandato hermoso mandato divino

 

El Cirineo nunca tuvo en cuenta

De que era a Dios a quien prestaba ayuda

En tu persona descompuesta y muda

 

Así servirte es la mayor riqueza

Pues que te escondes en rostros humanos

Permítenos servirte en cada hermano

 

VI LA VERÓNICA

 

Con albo lienzo enjugó tu rostro

Bañado de sudor de polvo y sangre

Una mujer valiente sin reposo

Para llegar a Ti a todo trance

 

La impronta de tu rostro obtuvo ella

En aquel lienzo de organdí bordado

La sangre a borbollones en sus venas

Sintió su corazón arrebatado

 

Un acto de piedad de amor de gracia

Siempre bendecirás Señor amado

Bendita la mujer del lienzo blanco

 

Que podamos seguir esas pisadas

Enjugando tu rostro en cada pobre

Que sufre como humano mil dolores

 

VII SEGUNDA CAÍDA

 

El peso de la cruz y la fatiga

Entre gritos insultos y blasfemias

Una vez más doblaron tus rodillas

Para caer segunda vez por tierra

 

Ya se acerca la hora del martirio

De nuevo te levantas empeñado

En darle cumplimiento a tu destino

Ofrenda al Padre por nuestro pecado

 

A pesar de caídas y extravíos

Necesitamos recobrar las fuerzas

Para seguir con nuestra cruz a cuestas

 

Concédenos la gracia Señor mío

De no desfallecer ante las pruebas

Y contigo alcanzar la vida eterna

 

VIII JESÚS ENCUENTRA A LAS MUJERES

 

Encuentras oh Señor a quienes fueron

Compañía y soporte en tu camino

Las piadosas mujeres que corrieron

A ofrendarte sus rosas y jacintos

 

Las rosas del dolor de verte herido

Jacintos en sus lágrimas amargas

Y el corazón de todas Jesús mío

De amor y devoción ardiendo en llamas

 

Por ellas fue tu ruego que lloraran

Por sus culpas pasiones y pecados

Por sus hijos de Dios necesitados

 

Te pedimos siguiendo su enseñanza

Que como ellas podamos ofrecerte

Nuestro amor y piedad hoy y por siempre

 

IX TERCERA CAÍDA

 

Cae la tarde y postreramente

Ruedas por tierra Pastor del rebaño

El sol no brilla las sombras se crecen

Frío el ambiente pueblo alborotado

 

Señor y dueño de cuanto creaste

Hasta aquí llegas a entregar tu vida

Alma corazón y en pocos instantes

Salvarás la grey que estaba perdida

 

Caerse levantarse es la partida

Que en la vida jugamos los humanos

Caer sin levantarse sería vano

 

Te rogamos Señor la fe encendida

Por tu triple caída por tus llagas

Nos concedas llegar hasta tu casa

 

X DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

 

Sabio artista de todo cuanto existe

De luz y de color en abundancia

Plasmaste en cada ser bellos matices

Que adornan nuestros cuerpos nuestras almas

 

Te despojan de toda vestidura

Antes de conducirte al matadero

Jesucristo Señor de las alturas

Tu cuerpo veneramos en silencio

 

En la hora postrera como humanos

Marcharemos con pocas vestiduras

En el silencio de esa noche oscura

 

Te pedimos Señor que comprendamos

Que el despojo de todo lo terreno

Nos permite llegar contigo al cielo

 

XI JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

 

Bendito ese madero que sostuvo

Tu cuerpo lacerado en agonía

Leño que en cruz será para este mundo

Un símbolo inmortal de eterna vida

 

Te adoramos oh Cristo así clavado

Pues en esa figura nos recuerdas

Que venciste la muerte y el pecado

Perdonando del hombre las ofensas

 

Que en el pecho la cruz siempre llevemos

No se aparten jamás de nuestra vista

Los sufrimientos que nos dieron vida

 

Y en el último instante sin tropiezos

Asidos a tu cruz mártir divino

Lleguemos a tu hogar nuestro destino

 

XII JESÚS MUERE EN LA CRUZ

 

Para aquesto naciste y así llegas

A coronar la obra encomendada

Salvar al hombre en actitud suprema

Llena de amor deidad enamorada

 

No existe amor más grande nos dijiste

Que dar la vida por aquel que amamos

Y a todos los humanos bendijiste

Con tu ofrenda de amor arrebatado

 

Recóndito misterio será siempre

Tu designio de amor Crucificado

Pero jamás jamás será olvidado

 

Te pedimos Señor con voz potente

Podamos ofrecerte nuestras vidas

Y abrazarnos a ti en nuestra agonía

 

XIII DESCENDIMIENTO

 

Bajarte de la cruz desgarró el alma

De quienes a tus pies permanecieron

Más que nadie Señor tu madre santa

Debió sentir el corazón desecho

 

¿Cómo es que pudo soportar tal pena

Sin morir del dolor atravesada?

Tu gracia buen Señor sostuvo en ella

La fuerza del amor tan necesaria

 

En sus brazos maternos reposaste

Desde tu nacimiento hasta tu muerte

Bendecida entre todas las mujeres

 

Suplicamos a Ella que a raudales

Nos obtenga de Dios sus bendiciones

Madre Santa ungida de dolores

 

XIV JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO

 

Es un deber sagrado que tenemos

De llevar nuestros muertos al sepulcro

Mansión final de los humanos cuerpos

Despojados de todo en este mundo

 

José de Arimatea hombre sencillo

Encontró la manera de ofrendarte

Adecuado sepulcro Jesús mío

Apoyo emocional para tu madre

 

En poco tiempo quedarán vacías

Tu tumba y nuestras tumbas Dios piadoso

Y seremos por fin seres dichosos

 

Al cumplirse la santa profecía

De tu resurrección y de la nuestra

Trocando así la muerte en vida eterna