El jardín tiene olor de muerto melancólico
de ropas viejas picadas por cuervos buenos que se metieron dentro de la tierra
y del seno de su oscuridad
sacaron semillas puras y que esparcieron por el jardín
y en el jardín nacieron bellas señoritas,
el jardín ahora huele a muerto sabio y lleno de paz
una paz profunda como un mar de azucenas y brava como un río de rosas,
no toda muerte termina matando otras dan vida,
no todo dolor por profundo que sea deforma el corazón,
muchos le dan forma le hacen fuerte y sabio,
la noche continua su vigilia
mientras un poeta canta otro llora,
mañana tal vez se inviertan los papeles o tal vez no
por eso la vida ha de ser vivida con un espíritu solidario
porque es una espada de dos filos,
y nadie está a salvo de ser herido por su filo más doloroso.