Jomar

Templanza de amor

Llegò mi cita,

implacable sin darme cuenta,

los granos de la arena del reloj

del monje Liutprando,

cedieron lentamemte

al paso del tiempo.

 

Así en compañía,

tal como la clepsidra,

se fue mi vida

soñando veladas inexistentes

de fuego en el alma.

 

En vano, todo ese tiempo

busqué en armonía de fe,

la piedra filosofal

como elixir de la vida,

como elixir del amor,

soñando veladas inexistentes

en mi paz interior.

 

Más hoy  acompañada de acordes

de melodia celestial,

tú has llegado a mi vida,

tú has llegado a encender

cada parte de mi alma,

cada espacio de mi ser,

y en confesión te digo.,

 

Me he enamorado de ti.,

de tu presencia en mi vida,

de tu ser que me alimenta

en templanza, y un gran deseo

de vivir en virtud cardinal

hoy y para siempre a tu lado.

 

Eres mi inspiración,

eres la dueña de mi ilusión,

te pido con amor

que aceptes ser

la dueña de mi corazón.