Has crecido, pero no lo suficiente, estás en la delicada etapa que definirá tu futuro y me gustaría conservaras mis palabras dirigidas a ti con amor incondicional.
Llegaste inesperado, como tantos,en una familia rota,como tantas, pero que te decidió recibirte y darte un mejor futuro del que sus miembros han tenido, algunos se han olvidado, presos en su cotidiano drama,yo por mi parte deseo de corazón conozcas esa historia, para que evites en lo posible caer en la decadencia que consume y daña como cáncer éste mundo incongruente en el que te encuentras
Deseo tanto llevarte a un lugar donde puedas ser tú sin restricciones aunque sea por un corto lapso,te he hablado de él, y veo tu emoción reprimida, la represión que a tu corta edad te estamos inculcando los acomplejados adultos, ahora no lo comprendes y es mi deber al menos hacértelo notar para romper un eslabón en esa cadena absurda que arrastramos. Quiero verte correr y reír plenamente hasta que te agotes, quiero que juegues y te ensucies, quiero que te olvides en ese de tiempo de tus deberes, de toda tu familia incluida yo, quiero que veas otra vez y hables con esos seres que casi has olvidado, quiero que metas tus manos en la tierra, como si fueran raíces y absorbas y sientas todo el amor de esa maravillosa madre que hace crecer en abundancia sin exigir nada a cambio, pequeño Juan,encuentra tu origen, tu vocación, tus propios sueños y defiéndelos a toda costa, te enfrentarás al miedo, al enojo,a la frustración y mucha, mucha tristeza en el camino, pero no estarás solo, nadie nunca está solo, lo que pasa es que no sabemos ver más allá de los sentidos. Todos, cuando nacemos tenemos no una puerta, sino un portón abierto de par en par para descubrir nuestro mundo pero que con el tiempo nos lo van ensanchando y cerrando hasta hacernos creer que si no actuamos de acuerdo a ciertas reglas ése portón, ahora convertido en hermética puerta de sucursal bancaria no se abrirá. debo prevenirte, pequeño, porque eres parte de los puñados constantes que se producen en el cielo y que la irresponsabilidad y egoísmo humano ve como una carga, en la naturaleza, Juan, no hay desperdicios y eso incluye a los nuevos seres ya sean humanos, animales o vegetales.
Cuando los prejuicios y los miedos te paralicen, busca un lugar donde, con una mano en el corazón y la otra hundida en la tierra puedas hallar tu verdad, la tuya, la que escucharás en un idioma que nadie más podrá entender, no te levantes hasta que estés sereno y los prejuicios y miedos ya no te atormenten, en esencia, a eso se le llama valor y es algo que muy pocas personas descubren y practican, todo, amado Juan se reduce a eso: temer y vencer.
Dicen que lo más valioso es la vida, pero no hay consenso acerca de ella, cada quien la interpreta a su manera guiado por su experiencia, por su religión o por otros factores, y es que eso es algo tan intangible como los valores, los defectos o los estados de ánimo, tan solo puedo asegurarte que va más allá del funcionamiento físico de los órganos, investiga tú mismo si es tu deseo y si no, simplemente siéntela y busca entre todo éste caos algo por lo que valga la pena disfrutarla,la vocación que escojas, pequeño, ha de ser para ti sagrada y así lo has de demostrar, porque solo lo que consideramos sagrado nos salva de la desesperación en momentos clave, y en la agonía nos da la paz por el conocimiento de haber hecho lo que fuimos creados.
La vida física Juan, es un soplo y en el instante de despojarse del cuerpo se va con él a su origen, deseo que cuando regreses ahí sea alborozado y con muchas ansias de continuar como si acabaras de finalizar un juego donde resultaste ganador.
Aprende, nunca dejes de aprender, pero sin saturarte, no olvides tu propio ritmo y sé acertivo con tus proyectos, el tiempo es solo una ilusión al cual los adultos hemos dado demasiada importancia y por eso vivimos a toda prisa, enfermándonos y contaminando nuestro entorno. Tú, mi pequeño, eres una chispita que ha de buscar otras afines a ti para que juntos formen una gran hoguera de luz y alumbren éste pobre mundo, tan necesitados de amor y valores, es tu oportunidad, la mía contigo durante el tiempo que permanezcamos juntos.
Aquí, en éste punto nos tocó recorrer un tramo y espero sea largo, el tuyo aún más puesto que posees la energía, algún día, cuando nos toque despedirnos, no habrá lágrimas, mi ser podrá fragmentarse y una parte estará contigo para cuando la necesites, pequeño Juan.