Empiezo un ensayo,
la aventura de la vida
hondo y sereno navego,
mi cuerpo indefenso
huyó del tiempo
y abandonó los sueños,
mi voz reclamó el olvido
rodé en el vacio del abismo
¡SANGRE!
Deambulo con mi bastón
que hace bulla.
silenciosamente entre
a la sombra
con el corazón apretado,
muerdo el aliento del olvido.
Valiente, grito…
zarandeo mis alas
en el hueco del aire
quiero ser un viajero ardiente,
y mi nombre no se borre
de las páginas de la historia.