ARQUITECTO SIN MORADA
Soy un andariego, buscando refugio,
se derrumbaron todas mis ilusiones,
yo le di mi vida, pero aquel artilugio,
un día falló, y murieron las pasiones.
Cimenté un futuro promisorio, con ella,
juntos los dos sin medida ni reserva,
de mi universo era la más linda estrella,
su dulce mirada, aún mi mente conserva.
Los muros de mi aposento nos cobijaban,
éramos uno solo, nada más importaba,
aquellas suaves sábanas nos arropaban,
esa cálida cama, al pecado nos invitaba.
Lo que ambos sentíamos, no tenía techo,
al menos yo pensé, que sentía lo mismo,
un día partió, y me dejo muy maltrecho,
aquel nido de amor, resultó un espejismo.
Todo lo construido, ya no vale la pena,
todos mis esfuerzos se vinieron abajo,
las bases de su amor fueron una condena,
solo dejó escombros, y un ser cabizbajo.
\"Pobre arquitecto, ha quedado sin morada,
su corazón en ruinas, y un alma destrozada\".
DFV
\"Arquitecto en la realidad, poeta en la clandestinidad\"
Derechos Reservados.
Bogotá (Colombia)