Ladrarán los perros y las olas
a ese faro rojo de las playas
entre conchas, tectónica rocalla
y un sinfín de azules caracolas.
Cantará el viento barcarolas
a la orilla del mar y su metralla;
danzará la lluvia en cabriolas
con ballet de líquidas medallas.
Cubrirá de sombras meditadas
el invierno docto en frialdades
esa luz que vive en las miradas.
Y una noche extensa sin edades
apagará el faro que nos guarda
y seremos solo oscuras soledades.