Discúlpeme, Rubén Darío,
si algunos versos te robo,
pa escribir no soy tan probo,
estoy metido en un lío.
Ahora aquí me confieso,
en esta minuta en verso,
como un plagiador perverso
que ya ha plagiado en exceso.
Sabina, tú también eres parte,
también te hice un desfalco,
por eso aquí lo recalco
pa al menos las gracias darte.
Tomé sus rimas, Mr. Leonardo,
Maestro Leonard Cohen,
y son mis versos bastardos
los que a sus rimas corroen.
A ti Luis Eduardo Aute,
Auténtico, eres prodigio,
tan merecido prestigio,
no debí robarte tu arte.
Y bien perdí la nobleza
por hurtar las buenas rimas,
y ser la fea pantomima
del amoroso Ángel Buesa.
No menciono a los demás
porque no me alcanzaría,
pero por mis averías
deben hacerme pagar.