Así como Yahweh
de la tierra creo al hombre
y de su costilla a la mujer,
de mis entrañas más profundas
extirpo un pequeño pedazo,
y así como Dios y la mujer son dadores de vida,
doy el aliento de la vida a personajes que dependen de mi existencia
y de las palabras que salen de mi imaginación
para existir y ser recordados.