Como nunca te esperé,
perfecta excusa sería
lo que nunca creeré:
Que tú me hiciste brujería.
Y si por eso, a ver llegas
mis ilusiones volando,
jamás id a detenerlas:
Aún no quiero ver cuándo.
Mejor, muéstrame la vía;
para tí, libre la haré.
Y así sendas de alegría
contigo caminaré.
Mi corazón te está hablando
que te adora más y más...
Espero, aunque sea un tanto,
con el tuyo escucharás.