Un agosto en Víznar con sol a pecho partido
invocaron a la muerte hombres en diminutivo.
Fuéronse a buscar al Poeta, carámbano de luz de lirio,
tataranieto de Góngora, a casa de unos vecinos.
Le ataron con cadenas como a fiero forajido
pues teñir de plata la luna fue su terrible delito.
¿ Por qué te llevan preso quienes odian a los libros ?
En la pregunta está le respuesta: sin libros mandan los tiros.
¡ Qué se levante el telón !- ordena un tosco bandido.
Escenario: Un patio de ejecución en un barranco granadino.
Los muertos escuchaban muerte en conversaciones de vivos,
esa noche protestaron con sus voces sin sonido.
De las estrellas caen limones, de guitarras hacen los grillos;
¡ Ayyy, verde ya no te quiero, eres traidor y asesino !
¡ Dadme un cuchillo gitano que te vengaré buen amigo !
¡ Muchachos de todo el mundo no os bañéis en los ríos
que los hombre que allí viven son crueles cocodrilos !
El Guadalquivir suspira sueños de sangre sin niños.
¡ Agonía, agonía en malos tiempos infestados de alaridos !
Decidme: ¿ dónde están los versos de los poemas infinitos,
en qué jonda oscuridad crecen las flores a gritos ?
¡ Silencio en el Universo, van a fusilar al lirismo !
( Los dedos analfabetos acarician los gatillos )
Verónicas dibuja el viento en la plaza del martirio.
A una boda de sangre de plomo van vestidos
proyectiles tan de veras como si fueran padrinos.
El toro de los olivares caen en la tierra abatido;
duendes, hadas y sirenas condenan el poeticidio.
¡ Qué lo sepan los gitanos, los negros y señoritos,
a partir de esta noche se acabaron los domingos !
En un mundo que mata poetas la vida no tiene sentido.
En el cielo relumbran lágrimas pues llora por Federico.