En el embravecido mar de la angustia
Empujado por los embates de la vida
A punto de ahogarme estoy.
Braceo ya sin esperanza
asido a una vil tabla: el alcohol
sus bandazos me van hundiendo
Alguna vez tuve metas e ilusiones
Con ahínco y tesón a ella me di
Era un sueño que quería alcanzar.
Una tarde de algún triste invierno
Enjuto bajo la lluvia me detuve
Dos luceros mi vida alumbró.
Eran dos ojos grandes y aviesos
Me regaló una tierna y dulce mirada
Y el rojo de sus labios mi vida cambió.
De pronto los libros perdieron sentido
El trabajo no se hizo para mí
Aquellos ojos eran mi destino.
Puse mi alma a su servicio
Mi alma y corazón a sus pies
Pero nada para ella era suficiente.
Una noche de alguna primavera
Esos ojos miraban otro destino
Y otra boca besaba ésos labios.
Estoy a punto de ahogarme
La tabla del alcohol no puede salvarme
Ya el sol se apaga lentamente.
Lima, 23 de febrero del 2021.
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