Para mi estimado amigo
el amigo de mi infancia
que luce hoy con elegancia
y al mirarlo soy testigo.
El recuerdo va conmigo
como flor y su fragancia
sin importar la distancia
visitándolo prosigo.
¡Oh, San Rafael Oriente!
yo recuerdo tus cabañas
y el hermoso sol naciente.
Iluminando montañas
con su luz resplandeciente
y te llevo en mis entrañas.