Mañana, cuando ya no estés,
Te buscaré en las flores y en cada amanecer;
En el soplo del viento, en la sonrisa de un niño,
En el sol de la mañana y al atardecer;
Te buscaré en mis sueños, en el sonido del mar;
En la luna, en las estrellas; al caminar;
En la gente que pasa,
En el reloj que avanza y me dice que no estás.
Te buscaré en cada paso, al respirar;
Y así estaré, no importa cuánto;
Toda una vida entera, tal vez más;
Buscándote siempre sin descansar;
Hasta que un día; sin saber cuando;
Al fin te pueda hallar.