1.-Después de todo, el desierto se encontraba en medio del carril,
y aparecía solo cuando el alma se moría de hambre.
Yo estaba enterado, solo que me era difícil digerir;
Como comer un plato de colillas y astillas con alambres.
2.-Cada segundo me laceraba el corazón
por el caos que emanaba de mi carácter.
Una constante , casi eterna contradicción
que dejaban en el centro de mi alma un cráter .
3.-Se expandía por el contorno de mi cuerpo,
Volviéndome uno con la brisa helada.
Sentía lo mismo que siente un muerto,
al escuchar el eco de la carretera desolada.
4.-Contemplé como se secaban los árboles de la arboleda
y junto a ella las raíces de mis creencias.
De tanto de estar girando en esta rueda
olvidé momentáneamente toda mi elocuencia...