oscar perdomo marin

PANDEMIA

Oscar Perdomo Marín

 

PANDEMIA

 

Estoy parado en un lugar

Ignoro si es el norte o el Sur.

Tal vez viva este minuto,

perdido en mi laberinto.

 

Mañana no sé si estaré aquí,

o mirando idiotizado

la línea del horizonte.

 

Ya no te busco.

Hace tiempo te perdiste

en la muchedumbre del olvido.

 

Nunca vi tu nombre

en la primera plana

de un periódico,

entre muertos o entre vivos.

Para consuelo mío,

quizá de ambos,

 no es necesario estar en los diarios.

 Existir, finalmente,

tiene tu nombre en las redes sociales.

 

La prensa parece enmohecer,

desde que la impronta de internet implantó su tiranía.

Este es el tiempo del hombre, gateando

el sueño de llegar a Luna.

La libertad ¡ya era hora!

descubrió la desnudez humana

 como el mito de todas las eras.

 

Una nueva generación está naciendo.

 Ella gobernará al hombre que la creo.

Sus hijos son proyectos humanoides de metal.

Se llaman robots y ocupan todos los espacios.

Perros feroces los cuidan para que los hombres

no entorpezcan su avasallante tiranía.

 

Muere el siglo XXI; el GPS es el policía global.

Hay una usurpación de Dios: el Poder te vigila

desde las capas inferiores de la bóveda celeste.

Los furtivos ingenios tecnológicos están en todas partes.

No tienes escapatoria.

La libertad ¡Ahora sí!

se perdió para siempre y te sientes cómodo

como oveja del gran rebaño,

en tiempos de pandemia cuando te desperezas

y eres otro, aunque aún no lo sepas.

 

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Febrero 23/2021