Después de muchos años,
después de muchas capas y superficies,
después de...muchas personalidades,
ya no puedes acercarte ni herirme..
Ser soldado es lo que tiene,
has luchado con la compañía de la muerte,
eres único e independiente,
y la personalidad fría también existe.
Se que te gustaría herirme,
pero ya soy capaz de una risa,
sarcástica, controlada y fría,
y analizar con infinita paciencia.
Soy lo contrario al dependiente,
soy lo opuesto al sirviente,
he estado y estaré cercano a la muerte,
siempre he sido temerario y siempre lo seré.
Pero, quizás ahora, el esparto me protege,
mi yelmo me encaja como un guante,
mi espada solo se levanta de frente,
y luchar solo es un lujo, es mi poniente...