No iré al cementerio a llorar sobre tu tumba
no le pondré jazmines a una lápida fría.
De ti guardaré lo bello:
guardaré tus historias de amores imposibles,
los tangos, las tonadas y los puntos guajiros,
guardaré la expresión pícara de tu mirada,
el roce de tus manos cuando me encontraba triste.
Cuando repaso mi día y encuentro algo mal hecho
pienso en lo que tu dirías si estuvieras aqui.
Por eso muchas cosas no iré al cementerio
porque vives en cada cosa que me haga recordarte.