Vagamente pienso, pienso y pienso. La lluvia cae a tus pies, roza la virgen piel, y sol se oculta en el horizonte. Las luciérnagas brillan en el negro lienzo del cielo.
Estoy frente a ti y nos miramos como si supiéramos que el universo estuviera en nuestros ojos,
como si de repente con solo besarnos el tiempo se detuviera y a nuestros pies el mundo se rindiera.
Nos leemos las manos como si fueran libros, tú me lees la mano y me dices que nunca dejare de amar,
que la libertad es mi pasión y que los días mi perdición.
Yo te volteo a ver con la esperanza de ver tu universo pero me esquivas con tu virgen mirada.
Yo pienso y pienso… leo tu mano y en grandes letras se lee la palabra de Te amo.
Te veo, y una pequeña brizna adorna tu aura de ángel y una rosa pinta tus mejillas de rojo, me volteas a ver
y con grandes palabras me dices: El invierno ha llegado, pero yo soy tu primavera