Un miedo que no entiendo atenaza mis tristezas
cuando la soledad crece en el patio de mi recreo
mis corazas se desgajan en sonrisas
y luchan en mi contra
allí
donde yo me ausento.
Yo nací sin trampas dentro de mis esperanzas
y es mi corazón
tan blanco y puro como el tuyo.
No dejes que mis manos se pierdan
jugando solas
Y llenalas con amor para que mi vida
contigo
corra tan libre como el mar con las olas
en esta apartada orilla
que es hoy el patio de mi recreo.