Él
Anoche la vi en mis sueños, se veía feliz.
Buscaba una de sus sonrisas contando mis absurdos chistes.
En ese momento, quería ser el tiempo y poder apreciarla como se debe, despacio y sin prisa.
Ella simplemente sonrió. Sentí que así quería vivir.
Un chico se acercó y se dirigió a ella pero nunca me imaginé que haría tal atrocidad, ¡La invitó a salir!
En mi mente pasaron miles de pensamientos a la vez pero uno domina en mi mente: ¡Por favor dí que no, dí que no!
No, así no es como quiero vivir. No te vayas.
¿Por qué fui tan tonto? No la invité antes por mis estúpidos nervios y la perdí.
Ahora la veo desde lejos y el otro chico la hace reír tan fácil.
Si ella es feliz, me haré a un lado. Sólo la veré una vez más.
...¡Esperen!... ¡Ella volteó! Sus ojos conectaron con los míos una vez más, ¿es una señal?
Iré por ella.
Ella
Anoche lo vi en mis sueños, se veía feliz.
Contaba algunos de sus chistes sin gracia y no sabía el porqué lo hacía pero aún así lograba hacerme reír sin mucho esfuerzo.
En ese momento, quisiera que el tiempo se detuviera y poder reírme más veces junto a él.
Él simplemente me miró. Y esa mirada me hizo sentir que así quería vivir.
Estaba perdida en la manera en que me miraba que no pude darme cuenta que un chico se acercó a mí
para invitarme a salir.
En mi mente pasaron miles de pensamientos para poder decirle al chico que no quería salir con él, pero uno domina en
mi mente: ¡Quiero que me invite a salir el chico que me gusta, el que está justo enfrente de mí!
Fijo mi mirada en los ojos del chico de los chistes absurdos pero él desvió su mirada.
Acepté la cita.
No dijo nada, se quedó callado. Creo que no sentimos lo mismo.
Empiezo a caminar en sentido contrario del chico que me gusta y no puedo evitar sentirme triste.
El chico a mi lado narra historias de su infancia para hacerme reír pero algunas sinceramente dan miedo.
Lo único que hago es sonreír al recordar la manera en que me estaba divirtiendo antes.
Si no le puedo gustar al chico que me gusta, me haré a un lado. Sólo lo veré una vez más.
Volteo y ...¡esperen!.. Él estaba viéndome todavía, ¿es una señal?
No puedo seguir con esto, iré por él.
Y así fue.
Nos encontramos, como debía de ser, en nuestros sueños.