En mi reino
sobreviven las historias fantásticas,
los paisajes y la lucha
en el inconsciente.
Sobreviven el viento,
las libélulas que renacen
y mueren en las palabras,
los perfumes que se resisten
cuando abro las puertas
que tapan la erupción de los volcanes.
En mi reino sobrevivo
junto a mis antojos.