Ma petite Marina
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Ataviada en perfumes y colores
asomas con tus pétalos de vida,
son pétalos de dicha contenida
adornando un jarrón de vivas flores .
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Ramillete de cándidos fulgores
que transmites la alegre bienvenida
de toda una ilusión recién nacida
y fruto del amor de mis amores.
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Que no falte ni el brillo de la luna
para abrir ante ti los embelesos
de unas manos que velan a tu lado.
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Pequeña flor, cuidada cual ninguna,
tú crece sin temor que llueven besos…
de un cielo locamente enamorado .
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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.