Te besé y te dije
\"Muy poco nos queda para ser felices\"
quiźas siglos quien lo sabe.
Y el presente se hizo como un gran regalo
que nunca uno alcanza del todo a reconocer
o tal vez anda corto.
Un beso, unos veinte segundos de fecundidad y deseo, dieron paso a reconocer que en la vida siempre hay un sin fín de oportunidades para agradecer,y yo estaba muy agradecido de ella, al igual que María,los dos al unísono contando estrellas, esa de mis labios en sus labios,estrellas y muchas lunas llenas por delante.