EL AMOR TOCÓ A MI PUERTA
No esperaba las luces del deseo
titilar en mi mente sin permiso
cuando abrieron mis ojos en recreo
la ilusión de ganar un compromiso.
Hubo un dulce sabor a coqueteo,
una cómplice brisa que ella quiso
entrever en dos almas un paseo
por tiempos alejados al preciso.
Fue una clave señal al corazón
por mantener consciente y en alerta
el hilo conductor de la razón.
Ese cambio en mi Ser con fuerza incierta,
al unir los fragmentos de un axón,
me hizo ver que el amor tocó a mi puerta.