No puedo permitirme un después
entiéndeme,
aunque tan solo te robe un pequeño
rato
o tu momentazo perfecto,
y puestos los dos a pensar, pensemos
entendámonos
no hablemos solo por hablar
ya sabes de estas tonterias,de las
palabras,
del que te digo o dices que te han
dicho,
del porque,del espacio que ocupa el
tiempo,
como la sobremesa,
o el cafe frio del mediodia, aunque no
me llegue la voz
por un sospechoso resfriado, libre de
sospecha
entonces,solo entonces me pierdo
y mil de un millar de veces disculpo y
ruego
vengan sueños a la mesa, vestida con
mantel de raso
vuelvete y presentame tu espalda,el
tiempo apremia,
mi corazón late por el tuyo
y el tic tac del reloj,con sus
manecillas
ahora estan en mi contra
y mi espalda te da la cara de nuevo.
Dame la razón de nuevo,oh bello
espejo.
Quien pudiera volverse a mirar de
nuevo.