Mi cuerpo mortificado
Se creó a base de un engaño,
Mi cuerpo desolado
Se creó a causa de se dejado.
A nadie le importaban
Mis heridas, mis agallas,
Hiciera lo que hiciera,
Gritara lo que gritara.
Nadie escucharía.
Silencio por favor, estoy
Muriendo en el fondo,
Fondo de los oscuros
Pensamientos, de los
Malditos sentimientos.
Entre ese desgarro,
Entre lágrimas de corazón
Abierto, entre murmullos,
Estaba el cadáver de mi alma.
Ya no habían rastros de
Lo que era, no existían rastros
De lo que fui, fui ceniza
Y volé entre vientos
Sin saber a donde fui.
¿Querías ayudarme?
¡Que tal hipocresía!
Mientras tú reías,
Yo me moría.
Y esa fue la costumbre,
Agonizar con una sonrisa,
Mientras los demás se
Divertían, a costa de mis
Heridas.