José Luis Barrientos León

Rio de sueño y agua

 

Un rio de luna, vidriado en la noche de los auspicios

Seduce los sentidos de estrellas y profecías

De aguas mansas, danzantes entre las piedras dormidas

Que la encorvan y golpean, que las agreden sin vencerlas

Aguas sin memorias, de ingenuos parpadeos

Emancipadas, libres, desnudas de invierno y primavera

Indagan el futuro entre su cauce sin espantos

Que han parido en esperanza, caudales y riberas

Como filtran sus cristales, luces tenues de añoranza

De niños en sus aguas , jugueteando sin ocaso

De la Ninfa desnuda, cantando sus romanzas

Sobre piedras humedecidas, con las alas confiadas al cielo

 

Un rio de luna, vidriado, entre la montaña y la espuma

Canta redimido en su cursar sin premura

Inundando de promesas tanto el verde como el hastió

Dando vida a la espesura, igual que la greda seca

Savia vital, alumbramiento, del bosque virginal y de la nube

Donde anidan las aves entregando su canto al viento

Nada calla tu dulzura,

Nada impide tu ternura

Nada ultraja tu castidad desnuda

Rio de aroma a pérsico, con piel de flor y nácar

Suenas inocente en los oídos, libre de miserias y desdicha

Reposarás de tu camino, entregando tu vida ingenua

Desvaneciendo tu transparencia abrazado por la espuma

Del mar que, en su vientre déspota, aceptará tu virilidad

De sueño y agua