Las Dos Palomas
Hoy escuchando a Beethoven,
-traído por Von Karajan-,
los arpegios que surgían
traspasando la ventana,
en el pretil de la misma,
dos palomas se posaban
absortas por el sonido,
atónitas se quedaban,
y yo, miraba al Sur
donde mi vista llegaba,
el mismo sol me inducía,
las palomas, arrullaban:
con cadencia del violín;
de la viola; de la flauta;
más instrumentos al fin,
los arpegios deleitaban,
las palomas con tesón
entre ellas zureaban.
Retozaban con amor,
con espejismo y plegaria
para transportar al mundo
todo el amor en sus alas,
retomar en el olivo
la señal que, Él mandara
a toda la humanidad,
que la música llegara
para apaciguar el mundo,
y que la Paz gobernara.
Roberto J. Martín