Laideliz Herrera Laza

Animal que sermonea

 

Cuando cantaba, en esa ciudad había lumbre.
Hoy. Ahora mismo, debo andar y reconocerla.
Ver florecer los cultivos, el abandono, las esquinas,
las gentilezas que se me ofrecen en limosnas.

Animal que sermonea desatinos soy.
Llevo el final de mis andanzas.
¡Son mis cruces! ¡No las toquen!,
pueden cubrirse de lodo las espinas.

Volveré a cantar en esa ciudad,
cuando la lumbre me devuelva la memoria
y camine con rumbo,
tal vez… si no lo olvido.