No conviene pensar mucho
sobre temas delicados,
que resulten complicados
si el intelecto es escaso;
quizá no sea oportuno
y al extremo insuficiente,
debiendo de ser prudente
para no hundirse en fracaso.
Difícil es descubrir
de la vida los secretos,
no surgen hechos concretos
aunque se esfuerce la mente;
por tanto deja esos casos
en manos del ser supremo,
que domina todo extremo
y es el más inteligente.
La metafísica mata
si no se tiene experiencia,
y perturba la conciencia
afectando al corazón;
que a fuerza de estar en pena
modifica su pulsar,
perturbando su accionar
con áspero remezón.
Dejo aquí mi parecer
siempre con vuestra licencia,
manéjense con prudencia
sin desechar el consejo
... que considero oportuno
pues bien sé de qué les hablo:
“El diablo sabe por diablo,
pero más sabe por viejo”.
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Nota: Los dos últimos versos pertenecen al refranero popular.
Jorge Horacio Richino
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