¿A quién miro?, si me gusta ver el mar
con sus olas rompiendo en las rocas
Y el brillo del sol en el agua
como pintura de acuarela.
¿A quién miro?
Si me emociona la inmensidad de la montaña, donde el frío me recuerda que estoy vivo y la nieve me habla de tu pureza.
¿A quién miro?
Si instintivamente en las noches
veo al cielo buscando las Pléyades
consagradas en sabiduría y una estrella
caprichosa me guiña.
¿A quién miro?
Si amo la cadencia sinuosa del río
que me recuerda dejar atrás el pasado
y vivir en el presente soñando en el futuro,
como una cinta de tiempo.
¿A quién miro?
Si mi mirar egoísta prefiere la iridiscencia
de la flor natural, el esmeralda multicolor de la selva
y no la frialdad de lo inerte, o de lo que no tiene alma
¿A quién miro?
Si me acostumbré a leerte en versos y en obras de gigantes, si hasta en mi derrota te miro en mi esperanza.
¿A quién miraré?
Si cerrando los ojos te veo.
¿Me pides que no te mire?
Lo siento, no puedo hacerlo.