Guardián De Ángeles

TUS AVES EN MI SER

Llegaron aves que desde
el cristalino espesor
de tu cielo remontaron
un vuelo dulce, azulado,
y se posaron radiantes
sobre los lánguidos nidos
de mi cielo devastado;
compungido bajo eléctricas
tormentas de densas umbras
que circundaban al éter
fúlgido en mi pensamiento,
no advertí el advenimiento;
empero, las entelequias
de mis agradecimientos
férvidos, se elevan hacia
el hacedor de las cosas
y postrados a sus pies
lo alaban y lo bendicen
por las bonanzas deíficas
con que he sido ungido aquí;
gaviotas albas levitan
y aves de alas refulgentes,
mensajeras de una buena
nueva en mis tierras paganas,
en mi continente, un trozo
de rocas que así reciben
el esparcimiento bello
del agua bendita, sacra
que emerge de tu figura
de fémina divinal;
tu forma fiel de mujer
activa todos los tétricos
clamores en la esperanza
yerta, los que han soportado
siglos en confinamiento
siniestro por tu llegada.