Ya sé que no estamos
Para juegos de casino.
Las apuestas por amores
Siempre las gana el olvido;
Y no somos la excepción
A las reglas del destino.
¿A qué remar contracorriente
Si no hay tierra para arribo?
Si es para ir a ningún lado
¿Para qué emprender camino?
No soy ahora
Quien fui hace dos segundos
Hoy me importa más el rumbo
Que ir tras quien me enamora.
Si es para abrir pandora,
Y luchar contra ella a solas,
¿Para qué alterar mi mundo?
¿Para qué arañar minutos
De éste pobre amor pagano?
Si nos revienta las manos,
Loco por vestir de luto.
Sería mejor respetar
Aquel callado acuerdo mutuo
Que hicimos
Para dejarnos pasar,
Por tu bien y por el mío...
No por no habernos querido,
¡Sino por querernos de más!