Rafael Escobar

\"BODAS DE ORO\"

 

En una historia de vida

donde florece el amor

se contempla el esplendor

de suma dicha vivida.

Dar un amor sin medida

es un don de soñadores

que enarbolan los colores

de fe, bondad, y cordura,

que conservan la frescura

de los perfectos amores.

 

Son pocos los sentimientos

que tienen la gran virtud

de vencer vicisitud

que pueda traer lamentos.

Ellos son de luz portentos

que iluminan los caminos

cuando se unen dos destinos

dispuestos a ser feliz

destruyendo de raíz

los procederes mezquinos.

 

Una familia construir

de titanes es tarea

pues requiere de la tea

que sabe todo fundir.

En ella se debe unir

afecto, luz y pujanza,

y la gallarda templanza

de ese noble caballero

que se enfrenta al mundo entero

siempre lleno de esperanza.

 

¡Cuantos quisimos llegar

a la cima prometida

y mantener encendida

de amor su rayo sin par.!

Aquel que supo ganar

tan hermosa y gran batalla

en su frente bien le talla

el laurel que premiaría

la grandiosa bizarría

que de un hogar es muralla.

 

¡Y pienso en mi gran amigo

que cumplió misión tan dura

teniendo como armadura

de una gran dama su abrigo.

De tal acción soy testigo

y admiro estos combatientes

que serenos y sonrientes

sus metas las alcanzaron

porque sus sueños forjaron

con espléndidas simientes.

 

Ellos fueron bendecidos

llegando a sus Bodas de Oro

cosechando cual tesoro

sus tres vástagos queridos.

Éstos fueron concebidos

bajo tiernas ilusiones

de dos regios corazones

nacidos para luchar

y también para empuñar

del amor blancos pendones.

 

Y sus nuevos azahares

hoy son el ejemplo vivo

del corazón constructivo

que dio vida a sus soñares.

Son los frondosos pilares

que conservan esa esencia

de radiante transparencia

de éstos seres tan magníficos

que impávidos y prolíficos

les dieron excelsa herencia.

 

Para Evandro y Guillermina

nacen mis versos contentos

por estos gratos momentos

vestidos de aura divina.

Mi musa su voz afina

para decirles vibrante:

¡Que lleguen al de Diamante

con la misma valentía

y la sublime armonía

de vuestro  amor tan constante!

 

Autor: Aníbal Rodríguez.