Vengo a recoger los besos
que no volaron al balcón
por tener el llanto espeso
languidece mi ilusión.
Pregono por los caminos
tan amarga decepción,
el coleccionista de besos
sollozándose en el vino
embriagó su corazón.
Por tener el llanto espeso
no volaron al balcón,
devaneo que provino,
para matar mi ilusión.
Rebrotan las esperanzas
estoy tejiendo otro nido,
ahora vuelan mis besos,
muy lejos de tu balcón.