Qué ha sido de ese poeta
con el alma de cristal
que se arrimó a este portal
para escribir sus locuras;
o bien obras muy grandiosas
que llevaba en él guardadas,
dejándolas esbozadas
en muy hermosas figuras.
¿Adónde está, dónde se ha ido?
… Acaso es un peregrino
que va cambiando el camino,
o es un simple redactor
trashumante solitario
que volando por lo cielos
se perdió con sus anhelos
y su estirpe de escritor.
Busquémoslo por favor
a través de nuestros lazos
hasta el mar de los Sargazos;
y si se encuentra afligido
con la mente perturbada,
regresémoslo a este mundo
que sufre cada segundo
si hay un poeta perdido.
Jorge Horacio Richino
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