Cuando sientas miedo que se acabe el tiempo,
pensá que hay flores que duran instantes.
Que las mariposas son obras de arte,
que Dios ha querido que duren momentos.
Cuando en algún sueño, la tristeza roce,
con gotas de alma, tus días dorados;
pensá en la alegría que hemos vivido;
recordá las rosas, y olvidá los cardos.
Cuando la amargura se acerque a tus labios,
y fuerces un beso, que nunca has querido;
pensá en la dulzura que hemos sentido,
solo por habernos tomado las manos.
Cuando se convierta tu paz en la guerra,
y finjas que nunca tuviste pasado;
pensá que el futuro no tiene memoria,
y que la victoria será el resultado.
Cuando te des cuenta de lo que has perdido,
pensá que muy pronto te sentirás mía;
recordá que el cactus espera paciente,
la belleza eterna, de su flor de un día.