El alma mía reposa
bajo un árbol solitario,
dejad que mi corazón
también descanse a su lado,
que duerman un sueño dulce...
no cómo éste calvario
y al despertar que me encuentre,
con un mundo más humano.
Dejad que mi alma descanse,
dejad que recobre el ánimo,
que mi corazón no puede
continuar palpitando.
Dejad que duerma la siesta
bajo un árbol solitario...
todo este mundo me asusta
y yo no puedo cambiarlo.
Por favor...cuando despierten
tràtamelos con cuidado,
yo no soy nada sin ellos
y hoy los he puesto en tus manos;
tus manos que me recogen...
bajo el árbol solitario
y de nuevo me devuelven,
al mundo de los humanos.
J.M.BRAZAL