Escucha el mar.
Susurra mil leyendas
con las resacas.
Son de marinos,
de viajes y aventuras
por otros mundos.
Hay despedidas
de barcos y personas
marchando lejos.
Se ven sirenas,
en medio del susurro
y entre las olas.
Surgen gaviotas,
altivos cormoranes
y largas playas.
Besos de brisas,
retales del nordeste,
en las ciabogas.
Remos que avanzan
llevando las traineras
para pescar.
Pequeñas sombras
de niños espectantes
desde la orilla.
Y un alto faro,
mirando y escuchando,
su despertar.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/10/20
Es como un recuerdo de tantas tardes en la barra del puerto mirando y escuchando al mar, para captar su mensaje y la despedida de aquellos días. Allí dejé vagar la imaginación y los sueños en aquellas miradas interminables al horizonte. Vi naves y escuché al silencio, vi personajes de leyenda y sirenas que venía a contarme sus historias, soñé con viajes y con besos en medio de playas y gaviotas, teniendo por testigos a las resacas y a las olas, con un faro vigilante que siempre estaba ahí, como ahora, mudo y señalando la peligrosa entrada de la barra.