Adelaine Soto Alvarez

REGRESAR ?

 

Creí ciegamente

que nunca más

regresaría  a Ítaca

 

Había hundido la lancha

y los torpederos.

incluso la vela blanca

de Ulises

los tejidos de Penélope

y los atrevidos interesados

ante la ausencia

habían huido insatisfechos

 

Ya en Macondo

había enlutado bastante

incluyendo mi abolengo de esclava

incluso me gradué de agonía al superlativo

con una maestría en desencanto.

 

Critiqué a las gaviotas

que se van y regresan

sin importarles la oscuridad

ni la implacable bofetada

aun así, cantan con un fulgor impresionante.

 

Las miro y lloro

un llanto recalentado

que se agolpa en mis pupilas

y se convierte en látigo

 

Mis ojos están turbios

flotan sobre los farallones

y el  verdugo

continua allí aferrado  a la eternidad

clavando cruces sin dar el pésame

 

Cuánta maldad en los dos lugares

cuántos hombres sin cerebro

y otros encaprichados

en la corona

sin que les toque

 

Todos vivimos al son del disparate

bebiendo agua turbia

alimentándonos con el mangar del pesimismo.

y al final gritos salvajes

todos para adentro

y los que logran salir a la palestra

van directos al paredón represivo

 

A veces quisiera que la tierra me tragara

terminar de una vez con la tortura

y el abandono

 

Nadie imagina como se me cuela

la impotencia

y hace cabriolas en mi interior

sacándome la rebeldía

 

Pero todo continua igual

aunque te pares de cabeza

o te lances

en el primer agujero