El mundo gira.
Yo me quedo parada
en una esquina
venciendo el vértigo.
Ante mis ojos
pasan los pianos
que se dejan manosear
por el viento.
Ante mis ojos
se revuelcan los pasos
inadvertidos de cada persona
que logra regresar de otra latitud.
El mundo gira
y yo, paralizada,
evito el vértigo
para no arrojar a las hormigas
que retozan en mi estómago.