¡Los recuerdos se barruntan para dejarme exigua!
Nada ha de asustarnos cuando el alma despierta.
La Gran guardiana del equilibrio se hace presente,
cuando el alma a gritos, reclama la paz y la calma.
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Demolida estoy ante una realidad que nunca creí real.
Escuché de los mayores que todo lo que pasa, pasa…
A veces dudé de tan grande sabiduría, es por el apego.
Doloroso es ese cáncer que nos hace ver y sentir penas.
Las penas, no son perpetuas, ni lo más grande del mundo.
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¡Nada es eterno, TODO cambia a cada instante, así:TÚ!
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Hay recuerdos que matan, otros que nos reaniman.
Unos se encriptan en eso que llaman alma y no se ve.
pero se siente y todos creemos que existe sí, en sí.
Y, lo pensamos y lo recreamos a nuestra medida.
Con pensamientos y sentires avivamos a esa NADA.
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¡De la NADA no puede venir algo y de alma viene TODO!
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Mis sombras andan revueltas reuniendo trazos de vida.
Y la muerte con sus resucitados cadáveres bien anda.
Dura es la presencia de recintos inacabados y vacíos.
Pero, más letal es estar lleno de pasado en el presente.
Duro es llevar a cuesta esa carga de: ¿No serán ellos?.
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¡TODO lo que no atañe al orden del Amor, debe irse!
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Ya he hablado de tú a tú con mi alma, y, se asusta…
Cómo no sentirse amenazada si intento sincerarme.
Y ella teme hacer una limpieza kármica, nada fácil...
Pero, es inevitable, urgente y es el tiempo de la zafra.
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Ya vendrá la siembra, ¡Habrá cosecha y habrá fruto!
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Y tú recuerda:
¡Cuando llegué el tiempo de la vendimia, se ha de actuar
y cuando llegue el tiempo de acudir ante el origen lo sabrás!