Atraviesa el rayo
la enramada.
De esmeralda el verde follaje,
se estremece el viejo árbol,
vibra y palpita
el corazón de clorofila.
Vibra sin quejido
la dermis de trementina,
sangra la herida aún caliente,
las hojas se vuelven mariposas
verdes fantasmas brillantes
que van cayendo en la hondonada.
Tiembla el árbol, se estremece,
siente el fuego en sus raíces
vuelve a palpitar la herida,
-pero- se mantiene en pie
el viejo árbol.