En la vida ha de haber clavos así como el amor que nos hiere y siempre nos muestra su lado triste pero son simplemente clavos que se hunden en los sentidos y en la piel provocando hemorragias de formación, clavos que nos atajan y nos acongojan, son clavos y otros clavos.
Son similares a la hermosura de una mujer que sin darnos nada nos entrega todo.
Lastima y sufrimiento a causa de un pícaro amor, clavos que nos arrebatan la bondad y secuestran la felicidad.
Se apuntillan profundos buscando la parte frágil de nuestro interior y nos causan mucho dolor.
Efectúan huecos como las amargas despedidas.
Unos largos, otros cortos y hasta suelen ser puntiagudos, pero que mas da, son clavos y son firmes como los ideales de una mujer delirante.
Los clavos acostumbran a disfrazarse de desamor y besos malignos haciéndonos gotear por los poros.
Mi madre dijo; - \"Un clavo saca otro clavo\".
Y otros que nos reflejan la cruel realidad con sus agujeros abismales.
Todos debemos convertirnos en martillos de titanio para por fin quebrantar esos nocivos clavos.
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