Y escucho a Lou Reed,
ya sabéis lo que se un viaje
de una hipodérmica a través de una vena.
All right ¡¡¡,
todo es perfecto
como la ostia en la comunión,
comer una luna llena
con sabor a un sol plenipotente,
es la ostia
cabalgar en un caballo de madera
decapitando girasoles en primavera
mientras María
vende su himen a Dios
a cambio de un hijo crucificado.
La hierba envenenada
jamás matará a los estúpidos
porque de ellos será el reino
de los rumiantes que comen versos
como hamburguesas con Ketchup.
La Poesía es un cadáver
de un lirio azul celeste
en una botella de whisky vacía,
las vísceras de un cerdo
en una galería de arte.
Ni más ni menos que un suicidio,
que un disparo en la boca
de un hipopótamo,
que una violación de Ted Bundy
en su escarabajo de color marrón.
¡Matar, amar, morir,
no hay salvación !
Escucho Nick Caves
mientras me cuelo en un tren
hacia el oeste
donde Billy, el Niño
y Judas Escariote
juegan al póker
apostando sus poemas
en el vagón sin destino.
No soy judío ni un puto nazi
pero sin sangre derramada
la Poesía es la cabeza
de un rey absurdo y sempiterno.
Adoro los rizos de María Antonieta
y el verdugo de Robespierre.
Suena Marylin Manson
en un puto tocadiscos.