Por los playones de la tierra mía
que guardan recuerdos tiempos de infancia
travieso un chico rogaba clemencia
que el no tuvo con un panal que hería
Ataques fieros fuertes e impetuosos
esparciendo sus crías por el aire
flotando en el espacio dolorosos
riéndose oculto evitaba el revire
Así pasaba su tiempo el perverso
destruyendo sin arrepentimiento
como todo error recibe escarmiento
Llegó su día y con el su reverso
al acabar un panal perdió arrojo
airadas avispas hincharon su ojo
Se nos ha dado libertad, libre albedrío
podemos hacer lo que queramos, pero es
claro que tenemos que responder ante Dios
por todos nuestros actos.