Qué caprichosa es la muerte Aparece cuando menos se espera El superviviente se desespera Sin saber cuál será su suerte Un hombre con ganas de vivir Se lo ha llevado la enfermedad cruel Habiendo frutos dulces probó la hiel No hay mayor castigo que en plena juventud morir Irse del mundo sin querer Es más que nada un contrasentido Es dejar de estar en el nido Donde tú fuiste un nuevo ser A pesar de que el universo es infinito No hay sitio para todos los astros Imposible seguir de las estrellas sus rastros Sí hay algo seguro el Sol es un dios bendito